La Oración   

 

Introducción

1.      Parece que existe una tendencia universal a orar, ha sido reconocida dentro de todas las razas durante las edades.

2.      Se ve en la oración de Salomón (2 Crónicas) a la dedicación del templo que el tiene la idea que cualquier extranjero de cualquier parte del mundo tomaría parte en la oración:

“Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare hacia esta casa, tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y harás conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman, así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado“ (6:32-33). 

 

3.      En su sermón en Atenas, Pablo toma en cuenta esta tendencia universal (Hechos 17:22-29).

 

 

I.                    Lo que es la oración

1.       La oración es un hombre hablando a Dios. Es el deseo de corazón expresado a Dios (Romanos 10:1).

2.       1 Timoteo 2:1-2 “Exhorto, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. “

 

3.       Debe proceder del corazón, esta es resultado y demostración del compañerismo de una relación íntima con Dios “nuestro Padre “(Mateo 6:9-15; 7:7-12).

II.                    ¿A quién oye Dios?

1.       Solo el que es hijo de Dios, puede dirigirse a El como Padre (Mateo 6:9).

2.       La relación Padre e hijo se basa en Cristo Jesus (Juan 14:6), y fue establecida con su sangre (Hebreos 2:9-11; Efesios 2:14-19).

3.       Por lo tanto, Dios oye a:

a)       Los justos (Santiago 5:16; 1 Pedro 3:12).

b)      Los obedientes (1 Juan 3:22).

c)       Sus hijos que hacen su voluntad (Mateo 6:9).

  

III.                  Orar en el nombre de Jesus

1.       En su ultimo discurso con sus discípulos, Jesus enfatizó en tres ocasiones el orar en su nombre (Juan 14:13-14; 15:16; 16:24, 26).

 

2. Pedir en el nombre de Jesus no es como un talismán allí metido en la oración. Es más bien, orar, en El, con su aprobación, como uno que tiene derecho de reclamar las bendiciones conseguidas.

IV.                    Motivos de la oración

1.       Acercarse a Dios en sinceridad, evitando la hipocresía, evitando las alabanzas de los hombres y las vanas repeticiones (Mateo 6:5-8; Marcos 14:39).

2.       Al mismo tiempo se debe practicar:

a)       Confianza

b)      La oración privada

c)       La conciencia (Hebreos 4:16).

3.       Aprendiendo a orar encontramos una oración modelo (Mateo 6: 9-10).

a)       Dando gracias por los alimentos

b)      Orando por los enfermos

c)       Intercediendo (Juan 17:20-21; 1 Timoteo 2: 1; 1 Juan 5: 16)

 

 

V.                  Algunas aplicaciones para los cristianos

1.       Orar siempre (Lucas 18: 1).

2.       Orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5: 17).

3.       Orar por los líderes del mundo (1 Timoteo 2:1-7).

4.       Orar por fuerzas cuando vengan las tentaciones (Mateo 26:41).

5.       Orar por todos los santos y para que sea victoriosa la Palabra en la vida de los oyentes (Efesios 6:18-19; Colosenses 4:2-4; 2 Tesalonicenses 3:1-2).

6.       No debe desanimarse el cristiano cuando parezca que Dios no contesta la oración, tal vez estaba orando por algo contrario a la fe, o puede ser que Dios ya tenía otros planes para el cristiano.

 

Conclusión

Hoy Dios es quien gobierna sobre todas las naciones (pone reyes y quita reyes Daniel 5:21). Dios es el soberano en la iglesia y en la vida de su pueblo. Contesta oraciones por medio de su cuidado providencial.

 

 

Por medio de la Palabra de Dios, sabemos que todas las cosas les ayudan a bien a los que hacen su voluntad y piden su guía (Romanos 8: 28).