Unos dijeron que el signo de la cruz debe hacerse con un solo dedo de la mano.
Otros proclamaron que se ha de hacer con dos.
Aquellos insistieron en que se tienen que usar tres dedos.
Los de mas allá afirmaron que son necesarios cuatro dedos.
Y el resto postuló que si no se emplean los cinco dedos de la mano, la acción de persignarse es nula.